Santo Domingo.-Tras los combates que tuvieron lugar entre miembros de la Policía de Haití y las bandas armadas, Puerto Príncipe parecía retornar ayer a su normalidad.
Una normalidad que la determina el desplazamiento de personas, la interrupción de las labores de las pocas instituciones tanto públicas como privadas que aún operaban y el choque de los transeúntes con algún que otro cadáver calcinado o en estado de descomposición.
Entre ellos, el de Agony Alténor, alias Salami, líder de la banda de Granfon, asesinado por la población de Belladère el pasado lunes según reporta el diario Le Nouvelliste.
En el plano político, varios líderes de partidos culparon a Ariel Henry de la crisis mientras esperan con ansias algún tipo de ayuda que contribuya a restablecer el orden institucional y que les ha sido negada.